Los buenos propósitos de primeros de año

Empieza el nuevo año y todo son buenos propósitos sobre metas y objetivos. Sin embargo esta ilusión muchas veces dura poco. Sin saber porqué nos encontramos a final de enero haciendo lo mismo de siempre y sin motivación para cumplir esos objetivos que con tanto énfasis nos habíamos propuesto.

La PNL nos enseña la manera de formular y estructurar bien un objetivo para que podamos conseguirlo. Sin embargo antes de formular un objetivo en términos de estructura deberíamos evaluar el grado de motivación frente al objetivo que nos hemos propuesto.

Una manera de evaluar la motivación es utilizar las cinco creencias básicas que la PNL identifica como relevantes en el proceso de cambio.

Me gusta el nombre ”Creencias para el éxito” ya que estas hacen que nuestro proyecto, nuestro sueño “se enganche“ en un sistema de creencias facilitadoras.

Nuestra determinación vendrá dada por las creencias que tengamos, si hay dudas en estas creencias estaremos comprometiendo nuestra motivación.

Así que os propongo que evaluéis en vosotros mismos cada una de las siguientes cuestiones:

¿Mi objetivo es deseable e importante?

Este primer aspecto está relacionado con cuánto deseamos el objetivo y aquí es importante que el objetivo sea propio e importante para la persona.

¿Es posible conseguirlo?

El siguiente paso es creer que el objetivo es posible, ya que en cuanto creamos que es posible, estaremos pensando de inmediato en cómo hacer para lograrlo.

¿Que consecuencias tiene conseguir el objetivo?

Aquí estamos evaluando las objeciones, es decir los posibles pros y contras, que suponen conseguir el objetivo que nos hemos marcado y cómo este afectará en nuestras vidas.

¿Tengo las capacidades necesarias para conseguirlo?

Debemos revisar si tenemos las capacidades necesarias o si necesitamos capacidades adicionales que debemos aprender.

¿Merezco conseguirlo?

Este punto tiene que ver con el sentido de “valía” personal o “permiso” que uno tiene en relación con el objetivo.


Esta evaluación nos puede mostrar de forma rápida las áreas de motivación que pueden ser un problema o una resistencia para conseguir lo que nos proponemos.

La motivación puede desvanecerse si no sabemos, si no podemos o si en el fondo de nosotros mismos no queremos.

Por último, las Flores de Bach pueden ayudarnos en el camino a conseguir nuestros objetivos. Actuarán como portadoras de información para poder gestionar nuestras emociones y desarrollar nuestro potencial. El estado emocional y energético que tengamos va a determinar la calidad del resultado.

Os animo a coger un papel, escribir en él las cinco preguntas comentadas anteriormente y responder cada punto para obtener una idea más concreta de lo cerca o lejos que estáis de conseguir vuestros objetivos para este nuevo año.

¡Ánimo y mucha suerte!