Una de las consultas más habituales en la oficina de farmacia es sobre cansancio y fatiga, ¿qué me puedo tomar porque me siento muy cansada/o y todo se me hace una montaña?

Como farmacéuticos siempre preguntamos si este cansancio puede ser físico por falta de hierro, minerales, o debido a alguna patología como hipotiroidismo, anemia etc.

Muchas veces estas personas ya han tomado complejos vitamínicos y se sienten igual, no acaban de solucionar el cansancio, una vez descartado por el médico que no hay carencias ni patologías de este tipo debemos preguntarnos cuál es el origen del cansancio para poder dar así el remedio floral adecuado.

El cansancio puede ser puramente físico y darse tras periodos de sobreesfuerzo, de mucho trabajo, entrenamiento, en convalecencias o en cuidadores por ejemplo.

El cansancio puede deberse no a un sobreesfuerzo necesario sino que puede producirse por atender las necesidades de los demás en un no saber decir que no, por sumisión o por complacer o incluso para no entrar en conflicto, olvidando la propia necesidad de descanso.

Personalidades muy impacientes, muy activas y entusiastas que se apuntan a todo o trabajadores empedernidos, suelen caer en estados de fatiga y no son conscientes, debido a su temperamento, de que hacen tantas cosas, con tanto ímpetu que sienten que pueden con todo y al final se desgastan.

Otras personas quizás no son adictas al trabajo pero si tienen mucha capacidad y acaban agobiadas cuando la carga es excesiva, de forma puntual están sobrepasados y se fatigan sólo de pensar en todo lo que tienen que hacer.

Otras veces la persona te explica que no duerme bien por las noches y que de día está agotada. Esto se puede dar cuando entra en pensamientos recurrentes que a modo de ”disco rayado” le impiden conciliar el sueño. A veces puede ser el exceso de entusiasmo el que no le deje dormir y haga que se sienta cansadísima, la persona entra así en un bucle de entusiasmo y cansancio.

Otras veces se trata de personas que no quieren enfrentar la realidad y disimulan casi inconscientemente en un “no pasa nada”, la tensión de mantener esta actitud agota. Por la noche en soledad se enfrentan al conflicto y ello les impide dormir, con lo que el cansancio aumenta.

El cansancio puede no ser realmente físico, ni venir de la falta de sueño nocturno, sino ser un cansancio más emocional derivado de la rutina y la falta de motivación. Este cansancio no se da después de la actividad si no antes de empezarla.

En otras ocasiones más que cansancio es abatimiento ante una tarea que creemos difícil de conseguir.
En un estadio superior al abatimiento está la desesperanza en la que la persona explica que sólo quiere meterse en la cama, dormir y no enterarse de nada, que me dejen descansar! Y aquí ya entraríamos en otro capítulo.

Las Flores de Bach pueden ayudarnos a recuperar la energía, lo importante es desgranar la causa real del cansancio.