La dieta después del verano

Ante la llegada del otoño y la vuelta a la rutina laboral se produce una especie de revolución que nos impulsa a poner orden en nuestras vidas. Se trata de la tradicional dieta después del verano. Atrás quedan las vacaciones, el desajuste horario, el descontrol de las comidas y las horas de sueño. Es ahora cuando nos planteamos retos y objetivos y uno de los objetivos habituales después del verano es hacer dieta.

Por otra parte, es necesario que cualquier tratamiento dietético personalizado vaya acompañado de un seguimiento profesional. Este profesional ha de contar con conocimientos en nutrición para poder modificar o reforzar la dieta y los hábitos de conducta.

Hábitos de conducta

Cualquier tipo de dieta que elijamos emprender debe ir acompañada de unos hábitos paralelos y saludables. Y los dos más fundamentales son el ejercicio y el descanso adecuado. Es muy importante dormir lo suficiente cada noche para regenerar y desintoxicar nuestro organismo. Y por supuesto hacer ejercicio con moderación todos los días tonifica nuestro cuerpo, mantiene el corazón en buena forma, activa la circulación sanguínea y mejora también la digestión y absorción de alimentos.

Procesos de cambio

En cualquier proceso de cambio se necesita constancia y paciencia. Es muy fácil hacer un cambio mentalmente ya que no implica acción pero luego hay que llevarlo a la práctica.
Los cambios verdaderos son lentos, podemos imaginar instantáneamente, pero para que una idea se haga realidad se necesita trabajar profundamente, sobre todo cuando deseamos un cambio de hábitos en nuestra vida.

Flores de Bach

Las Flores de Bach pueden ser de gran ayuda cuando nos proponemos hacer una dieta después del verano ya que son auténticas catalizadoras de procesos de cambio.

Nos pueden ayudar a romper hábitos de conducta, a conocernos y ha dejar de actuar desde determinados automatismos. Para ello quizás lo más importante es tomar conciencia de que tengo una necesidad. En este caso, Agrimony me ayuda a reconocer que tengo un desorden o desequilibrio en la forma de alimentarme.

Kit para el comer emocional


Kit emocional de Flores de Bach

En Inglaterra se comercializa este kit básico para ayudar en las dietas y consta de tres Flores básicas.


Crab Apple

Está flor va a tener una doble acción. Por una parte nos va a ayudar en el concepto de auto imagen, es decir a aceptar nuestra imagen y nuestras imperfecciones. Esto es básico para dejar de pelear con nosotros mismos y empezar a trabajar por un cambio. Por otra parte Crab Apple tiene una acción detoxificante del organismo lo que ayudará a este a perder peso.

Cherry Plum

Esta flor nos ayuda a contrarrestar la pérdida de control con la comida y a comer racionalmente.

Chestnut Bud

Está flor nos ayuda a integrar aprendizajes tales como hábitos alimentarios que evitan emprender dietas una y otra vez.


Aquí termina el “kit” pero, podríamos agregar dos Flores más muy habituales cuando se hacen regímenes de adelgazamiento.

Impatiens

Para la impaciencia por comer.

Walnut

Nos protege de las influencias externas tanto sociales como del mismo marketing comercial que van a poner a prueba nuestra voluntad.

Por otro lado es muy importante tomar conciencia de cómo vinculamos nuestras emociones a la comida y separar lo que es equilibrio alimentario de lo que es equilibrio emocional ya que en una dieta no puede existir el uno sin el otro.

Las Flores de Bach son el complemento ideal a cualquier régimen en el que la comida se ha convertido en un hábito emocional pues la Terapia Floral nos permite tratar el estado emocional que está en el origen de la dependencia por la comida.

De todo ello hablaremos en el próximo post y así aprenderemos a diferenciar entre equilibrio alimentario y equilibrio emocional, entre otros aspectos.