San Valentín

Y Flores de Bach

El día de San Valentín es una festividad tradicional de los países anglosajones que comenzó a tener popularidad en el siglo xx y que en nuestro país se conoce como Día de los Enamorados.

El enamoramiento es un estado desbordado de emociones, algunas de ellas son tan agradables que no querríamos dejar de sentirlas nunca, aunque este estado alterado de conciencia transitorio mantenga nuestra atención muy lejos del momento presente.

Las Flores de Bach aportan equilibrio a dichas emociones desbordadas, algunos ejemplos serían:

Clematis para esos momentos de ensoñación en los que no estamos aquí, nos ayuda a conectarnos con el momento presente. También nos ayuda a ver la realidad y no crear falsas expectativas en momentos de euforia.

White Chestnut para los pensamientos repetitivos sobre esa persona de la que nos hemos enamorado que no paran y que no dejan que nos concentremos en otras tareas.

Vervain para poder relajarnos en esos momentos de entusiasmo excesivo.

Cherry Plum para poder manejar las emociones que salen sin control en forma de estallidos.

 

Otras  veces las emociones que sentimos al enamorarnos no son tan placenteras, aquí también las Flores de Bach pueden ayudarnos a equilibrarlas.

Honeysuckle para cuando hay apego a una relación del pasado que dificulta una nueva relación.

Chicory para resolver la dependencia afectiva y no caer en chantajes emocionales.

Holly si los sentimientos que aparecen son de celos y desconfianza.

Scleranthus puede ser que nos encontremos ante la tesitura de tener que elegir entre dos personas o que hacer ante dos situaciones, esta Flor nos ayudará a decidir en caso de dualidad.

Cerato nos permite conectarnos con nosotros mismos para poder decidir con criterio propio sin dejarse llevar por influencias ajenas.

 

En otras ocasiones es nuestra propia personalidad la que nos limita a la hora de enamorarnos.

Water Violet para que las personas solitarias e independientes puedan expresar sus sentimientos

Rock Water para las personalidades rígidas, les ayuda a dejarse fluir y disfrutar de la relación.

Mimulus para las personalidades tímidas les ayuda a vencer la timidez y el miedo.

Centaury para la persona que se pierde en la relación y no se tiene en cuenta a si misma.

Vine para la persona que tiende a imponerse en una relación.

 

Y para terminar quiero compartir unos fragmentos del texto escrito el 13 de diciembre 1933 en Cromer, Norfolk por el Dr. Edward Bach:

 

“Lo que llamamos el amor”

 

Lo que llamamos “el amor” es una combinación de codicia y miedo, es decir el deseo de más y el temor a perderlo. Por tanto lo que llamamos “amor” debe ser ignorancia.
Lo que nosotros llamamos “amor” es lo que cada uno nos da, porque esto satisface nuestro codicioso deseo de más, y lo que llamamos odio es lo que cada uno nos quita, porque esto estimula nuestro miedo a la pérdida.
Probablemente lo más cercano para degustar alguna vez el amor sea lo inalcanzable, las puestas de sol, las noches estrelladas, la música, y la belleza de las montañas y los valles.
En el interior de nuestros corazones debemos saber que nuestros enemigos son los que ceden ante nosotros, porque al hacerlo crean una atadura, una atadura que encontramos casi imposible de romper y debemos darles las gracias cuando luchan por liberarse.
Cualquiera a quien podemos influir con nuestra voluntad, o el control, o el poder, es un peligro para nuestra libertad. No importa si nuestra influencia se debe al amor, al poder, al miedo o a lo que obtienen de nosotros. Nuestras almas deben estar agradecidas a todos los que rechazan ser nuestros sirvientes, ya que esto roba, a ellos y a nosotros, la respectiva individualidad.

Bach por Bach: Obras completas: Escritos florales 
Capítulo: Ensayos filosóficos
Dr. E. Bach