Feliz día del Padre

El Dr. Bach y el rol de la paternidad

En este día quiero felicitar a todos los padres que comparten el privilegio de dar cariño, protección y guía a sus hijos alentándolos a ser ellos mismos.

Tal como entendía el Dr. Bach, la falta de individualidad es de gran importancia en el desarrollo de la enfermedad y por falta de individualidad se refiere a permitir la interferencia ajena. Esto puede empezar a producirse muy pronto en la vida y es por ello que en su libro «Cúrese usted mismo», capítulo V, nos habla de las relaciones entre padres e hijos.

Transcribimos aquí parte de este texto en el que el Dr. Bach habla con tanta claridad que no podemos agregar nada más.

“Fundamentalmente, el servicio de la paternidad debería ser el medio privilegiado (y, en verdad, debería ser considerado como divinamente privilegiado) de permitir a un alma entrar en contacto con este mundo con el objeto de evolucionar. Si se entiende correctamente, probablemente no se ofrezca a la humanidad ninguna oportunidad más grande que ésta, ser el agente del nacimiento físico de un alma y tener el cuidado de la joven personalidad durante los primeros años de su existencia en la Tierra.” “El servicio de la paternidad es un servicio divino y se debería respetar como tal, o incluso más, que cualquier otro deber que estemos llamados a desempeñar. Aunque es sacrificado, siempre debemos tener presente que al niño no se le debe pedir absolutamente nada a cambio, porque el objetivo es exclusivamente dar, y solamente dar, cuidadoso amor, protección y guía hasta que el alma se encargue de la joven personalidad. Desde el principio se le deberá enseñar independencia, individualidad y libertad, y tan pronto como sea posible se deberá alentar al niño a pensar y actuar en la vida por sí mismo. Poco a poco se debe renunciar a todo control paterno a medida que se vaya desarrollando la capacidad de valerse por sí mismo, y más adelante ninguna restricción o ninguna falsa idea del deber deberían obstaculizar los dictados del Alma del niño.”
 “La paternidad es un servicio en la vida que pasa de unos a otros, y su esencia es dar temporalmente guía y protección durante un breve período. Después de este tiempo debería cesar en sus esfuerzos y dejar al objeto de su atención libre para que avance solo. Recordemos que el niño, de quien podemos ser su guardián temporal, puede ser un alma mucho más vieja y grande que nosotros, y espiritualmente superior a nosotros, por lo que el control y la protección deberán limitarse a las necesidades de la joven personalidad.”
“La paternidad es un deber sagrado, de carácter temporal y que pasa de generación en generación. Conlleva nada más que servicio y no reclama nada a cambio al joven, ya que se le debe dejar en libertad para desarrollarse a su propio modo y prepararse tanto como sea posible para realizar el mismo servicio unos años más tarde. Así el niño no debería tener ninguna restricción, ninguna obligación ni ningún obstáculo paterno, sabiendo que la paternidad se otorgó primero a su padre y a su madre, y es posible que él deba realizar el mismo servicio respecto a otro.”
“Los padres deberían estar particularmente en guardia ante cualquier deseo de moldear a la joven personalidad de acuerdo a sus propias ideas o deseos, y deberían abstenerse de cualquier control excesivo o de pedir favores a cambio de su deber natural y del divino privilegio de ser el medio de ayudar a un alma a ponerse en contacto con el mundo. Cualquier anhelo de control, o el deseo de modelar la joven vida por motivos personales, es una forma terrible de codicia que nunca se debería consentir.”

Para el Dr. Bach el principio de individualidad es fundamental para el desarrollo y la salud del ser humano.

“Dios nos dio a cada uno nuestros derechos de nacimiento, una individualidad propia: Él nos dio a cada uno nuestro propio y particular trabajo que hacer, que sólo nosotros podemos hacer: Él nos dio a cada uno nuestro propio y particular camino a seguir con el que nada debe interferir.”

Cúrese usted mismo
Capítulo: Una explicación de la causa real y de la curación de la enfermedad.
Dr. E. Bach