Las pérdidas forman parte de nuestro ciclo vital, sin embargo una de las experiencias más difíciles que afrontamos es la pérdida por fallecimiento de un ser querido con el que existía un fuerte vínculo afectivo.

Para poder integrar esta pérdida debemos atravesar un proceso doloroso y muy personal llamado duelo, necesario para restablecer el equilibrio cuando se produce una pérdida.

Es importante entender el dolor como parte de la experiencia humana. Sin embargo nuestra sociedad tiende a negar el dolor y todo lo que produzca incomodidad. Obvia la muerte siendo ésta el hecho más trascendente que nos toca vivir, y como tal necesita permitir la expresión de las emociones así como el apoyo de la familia y la sociedad.

La elaboración del duelo es un proceso gradual en el que se pasa por varias fases emocionales y las Flores de Bach son una gran ayuda en todas ellas.

  • En una primera fase se produce un impacto emocional fuerte y hay una resistencia a aceptar la realidad, es un momento de mucha desconexión, muy desbordado, la persona no puede creer lo que está ocurriendo.
  • En una segunda fase la emoción es la ira, es una ira emocional intensa, la ira da mucha fuerza y esta es su utilidad aunque aún no podamos afrontar la situación. La ira puede esconder también otros sentimientos como abandono, resentimiento.
  • La tercera fase es una fase mental en la que la persona se da una tregua para aceptar el dolor, los pensamientos son recurrentes, hay dudas y a veces sentimiento de culpabilidad.
  • Después en una cuarta fase se entra en un momento de dolor profundo. Puede haber aquí mucho vacío, dolor, tristeza, desamparo. Es una emoción muy honda con muchos recuerdos en la que nos preguntamos sobre el sentido de la vida.
  • La quinta fase es la de la aceptación, se vive la realidad de la pérdida, se asimila y hay una reorganización y una revitalización de la persona.

Estas fases según las palabras de la Dra. E. Kübler Ross

”son instrumentos para ayudarnos a identificar lo que podemos estar sintiendo. Pero no son paradas en ningún proceso de duelo lineal. No todo el mundo atraviesa todas, ni lo hace en un orden prescrito.”

Cada pérdida, cada dolor es único, el significado de una relación y el vacío que deja también lo es. En el duelo hay algo de nosotros mismos que muere para volver a renacer.

Este renacer requiere de adaptación y cambios en muchas áreas, vivir solo, adoptar un nuevo rol, tomar decisiones.

Las Flores de Bach son una gran ayuda para poder transitar el duelo, que el dolor sea más llevadero y que podamos adaptarnos a una vida diferente con más confianza y ganas de vivir.