En las relaciones de pareja es muy importante comunicarse bien, saber comunicar que nos pasa, que queremos, que esperamos, ser claros y sinceros con el otro y con nosotros mismos. A veces nos vemos queriendo unas cosas y expresando o haciendo otras.

En PNL tenemos varias técnicas que nos ayudan a dialogar con las polaridades también a poder ponernos “en la piel del otro” y poder abandonar nuestro propio discurso para escuchar las demandas del otro y encontrar así un punto de encuentro donde ambas partes de la pareja se reconozcan.

En las relaciones de pareja las Flores de Bach nos pueden ayudar a expresar nuestros sentimientos que no se expresan por timidez, miedo, sumisión, acomodación en la zona de confort, o por tener una personalidad introvertida, rígida o que se siente vulnerable.

En cualquier relación es importante estar en el aquí y en el ahora, tanto cuando idealizamos al otro y no vemos la realidad como cuando permanecemos apegados a una relación del pasado que dificulta una nueva relación.

Queremos tener buenas relaciones y a veces no lo conseguimos y si llegamos a contestarnos con sinceridad a la pregunta ¿qué te impide tener la relación que deseas? podemos encontrarnos con emociones que a veces cuestan de reconocer como el odio, el resentimiento o el victimismo.

Las Flores de Bach nos ayudan a cerrar heridas cuando se ha dado una situación traumática, a transformar el odio y el resentimiento, y a tomar las riendas de nuestra vida. Nos ayudan a superar las situaciones de celos y desconfianza sean justificadas o no y nos permiten adaptarnos al cambio y a la apertura de una nueva etapa.

Nos aportan confianza para seguir nuestro propio criterio sin interferencias ajenas y nos ayudan a poder decidir en caso de dualidad.

Resuelven la dependencia afectiva cuando tomamos conciencia de ella a la vez que nos hacen conscientes de los chantajes emocionales los propios y los ajenos, en otras palabras nos permiten amar en libertad.