Madre y bebé forman uno a lo largo de la gestación. Los sentimientos y emociones de la madre son percibidos e integrados por el bebé, así el bebé sentirá lo que sienta su madre.

El bebé percibe dentro del útero materno y lo hace a través de los órganos de percepción que va desarrollando a lo largo de la gestación: oído, tacto, gusto, olfato. A través de la sangre materna que le llega por el cordón umbilical, el bebé recibe diferentes hormonas que le producen las mismas reacciones que a la madre.

Si la madre está feliz, alegre y confiada, su bebé también lo está. Si por el contrario la madre está triste, estresada o siente miedo, su bebé también.

Muchísimas y diversas son las emociones y los sentimientos que embargan a la mamá durante el embarazo. Las Flores de Bach se prescribirán en relación a estos estados emocionales.

La maternidad es un nuevo estado que necesita adaptación tanto física como emocional.

El cuerpo comenzará a tomar las características propias de la maternidad para acoger y nutrir al nuevo ser junto con emociones y sensaciones específicas que se manifiestan asociadas a este período.

Cuando una mujer se queda embarazada en cierta manera cambia de rol, deja de ser hija para convertirse en madre y en este proceso pueden darse conflictos sobre su propia experiencia en su relación madre-hija. Las Flores de Bach pueden ayudarnos a gestionar estos conflictos de manera que la futura mamá pueda establecer una buena comunicación emocional con su bebé.

La mamá puede experimentar miedos respecto a sí misma, a su capacidad como madre, respecto a su salud y  bienestar  como hacia la salud y bienestar de su bebé. También miedo al proceso del parto, a la pérdida de vida social, al exceso de responsabilidad.

Aparecen incertidumbres, dudas y toda clase de sentimientos difíciles de exteriorizar como pueden ser el rechazo y la culpa.

Pueden aparecer cambios bruscos de estado de ánimo, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño, sentimientos de vulnerabilidad e hipersensibilidad, impaciencia y ansiedad.

Y no hay que olvidar que las mamás de hoy en día tienen el añadido de su actividad laboral lo que aumentará el cansancio y estrés.

El tratamiento floral puede extenderse también a los familiares más cercanos, padre, hermanitos pues la llegada de un nuevo ser al seno familiar implica a todos los miembros de la familia.

Las Flores de Bach, son de gran ayuda para conseguir en la madre un estado emocional lo más positivo y saludable posible, que transmitirá a su bebé para que este pueda desarrollarse en plenitud.